lunes, 22 de agosto de 2011

La Conspiracion de los Ricos

Por Robert Kiyosaki




La importancia de la historia y del futuro



Cuando me preguntan: “¿Sobre qué aspecto del dinero educarías a la gente para incrementar su inteligencia y su cultura financiera?”, yo siempre respondo: “Comenzaría con la historia del dinero porque a través de la lente del pasado se puede apreciar mejor el futuro”. De hecho, si por alguna razón no aprendieras nada de la primera parte del libro, bastará con que recuerdes que la historia es el puente que llega hasta tu futuro.


En la primera parte de La conspiración de los ricos hablamos sobre la historia financiera de Estados Unidos y vimos que se está repitiendo en la actualidad. También hablamos sobre la forma en que los ricos y poderosos han manipulado nuestras vidas a través de los bancos centrales, las corporaciones multinacionales, la guerra, la educación y las políticas gubernamentales, como la ruptura del vínculo entre el dólar y el oro que se realizó en 1971. Después de esa fecha, la única forma en que se pudo expandir la economía fue obligándonos, a ti y a mí, a endeudarnos cada vez más, lo que finalmente nos llevó al desastre subprime.


A lo largo de la historia, las acciones de los ricos y poderosos han causado beneficios y daños. No se les puede culpar por tratar de proteger sus intereses o los de sus familias; en lugar de eso, estudié la historia de los ricos, aprendí el juego que juegan, tomé conciencia de las reglas del dinero y, de paso, también creé mis propias reglas. Es evidente que quienes conocen las reglas del juego de los ricos, no están en dificultades financieras en este momento. En general, quienes tienen una educación financiera limitada y que viven acatando las antiguas reglas del dinero, son las que se encuentran en dificultades.


En la primera parte del libro también quise explicarte en detalle que, en nombre de la protección de la economía, la reserva federal resguarda exclusivamente a los bancos de mayor importancia, los que son demasiado grandes para fracasar. Habrás notado que la “fed” salvó a los bancos implicados en la crisis pero no despidió a sus ejecutivos, muchos de los cuales fueron instrumentales en el surgimiento de la misma. Pero con otras industrias también afectadas por la caída económica, no sucedió lo mismo. La administración de Obama “despidió” a Rick Wagoner, presidente ejecutivo de General Motors, pero no a los directivos de los bancos. ¿Por qué? El gobierno tampoco persiguió a Moody’s ni a Standard and Poor’s, las agencias calificadoras que calificaron la deuda subprime con AAA, la más alta calificación posible de crédito. Fue justamente la calificación AAA lo que indujo a los gobiernos extranjeros y a las instituciones que proveían planes de pensiones, a invertir su dinero en activos tóxicos. Nuevamente me pregunto, ¿por qué? Y solamente después de que el público ejerció bastante presión, la AIG, la gigantesca agencia de seguros que aseguró los activos tóxicos, reveló adónde se habían ido los miles de millones de dólares en dinero para rescate que ella misma había recibido: el dinero había llegado a bancos como Goldman Sachs, Société Genérale de Francia, Deutsche Bank de Alemania, Barclays de la Gran Bretaña, UBS de Suiza, Merrill Lynch, el Bank of America, Citigroup y Wachovia.

En el Capítulo 3 hablé sobre la palabra apocalipsis y mencioné que se deriva de la frase griega “levantar el velo”. En este sentido, creo que al escribir La conspiración de los ricos viví un proceso increíble de revelación. Todo el tiempo tengo presente que mientras escribo sobre la historia financiera, la historia misma está sucediendo, se está repitiendo y, si sabes en dónde buscar, incluso podrás ver cómo se revelan los secretos. El apocalipsis sucede ante nuestros propios ojos, al tiempo que escribo este libro. Ahora están siendo develadas la codicia y la incompetencia de Wall Street y de los políticos. Recién el 14 de abril de 2009, tras haber obtenido ganancias que superaban sus expectativas y después de una venta de acciones por cinco mil millones de dólares, los ejecutivos de Goldman Sachs anunciaron que devolverán el dinero del TARP (Programa de Alivio para Activos en Problema) que habían recibido. Sin embargo, en un segmento de CNBC que se transmitió esa tarde, Peter Morici, profesor de la Universidad de Maryland, señaló que la apuesta de los bancos a los derivados es un problema sistémico que aún no tiene solución. También indicó que Goldman Sachs espera resurgir como un ejemplo y continuar haciendo negocios como de costumbre. Asimismo, señaló que es una locura esa noción de que “realmente no es necesario que se les regule o se les impida seguir emitiendo derivados sobre derivados, sobre derivados, y que se le continúen pagando a Blankenfeld (sic) 72 millones al año”. El pago de 10 mil millones de dólares es una pantalla de humo para proteger el proceso que ocasionó esta crisis. Es un ejemplo de que, a pesar de que el velo se levanta, los bancos continúan luchando, tratando de engañarnos con la devolución del dinero del TARP. Pero, de hecho, lo que no quieren es que veamos la realidad que se oculta tras el sistema.


Recuerda que ni los bancos ni los negocios pequeños reciben rescates. Tampoco hay salvación para la gente que deja de cubrir otros compromisos para pagar su préstamo hipotecario con puntualidad.


La profecía de padre rico se hace realidad


El otro apocalipsis financiero de importancia que tendrá que ocurrir en algún momento, es el que involucra a las pensiones y los fondos de jubilación: dicho de otra forma, la noción de un retiro seguro es una realidad que fenece. En abril de 2009, la junta directiva del organismo conocido como Pension Benefit Guaranty Corporation (Corporación de Garantía de Beneficios de Jubilación, o PBGC por sus siglas en inglés)―el respaldo de las pólizas que protegen a las pensiones del gobierno― anunció que debido al crack en el mercado de valores, las pensiones públicas están cortas de fondos por varios cientos de miles de millones. Lo anterior significa que los gobiernos estatales tienen que incrementar los impuestos para asegurar el retiro de sus propios trabajadores. Se encuentran en dificultades porque prometieron prestaciones que no podían cubrir.


En 2002 escribí sobre la crisis de pensiones en mi libro Rich Dad’s Prophecy. Trata sobre la llegada del mayor crack del mercado de valores en la historia, un crack que, yo creo, aún está por venir. La profecía se sustenta en la falla que existe en el sistema de retiros 401(k), un plan que recibió la bendición del Congreso en 1974 y que fue creado en un intento por reparar el moribundo sistema de pensiones anterior. Cuando mi libro se publicó, el mercado de valores rompía límites numéricos con cifras hacia la derecha y hacia la izquierda. En aquel entonces, la maquinaria de Wall Street deseaba que fluyera más dinero a través del candente mercado y, como era de esperarse, los medios de comunicación de Wall Street ignoraron mi libro por completo.


Sin embargo, en este momento sabemos que el mercado ha estado 50 por ciento abajo de sus récords más altos y, tal como lo mencioné, no me sorprendería si cayera mucho más dentro de poco tiempo. Ahora nadie se ríe.


Creo que el mercado caerá aún más porque el plan 401(k) fue el principal catalizador para lograr que los baby boomers, o sea, la generación más numerosa en la historia de Estados Unidos, invirtiera su dinero para la jubilación en la bolsa de valores. Con esto se logró una demanda de acciones y fondos respaldada por el gobierno. Pero cuando los baby boomers comiencen a jubilarse, necesitarán retirar ese dinero para vivir, lo que significa que tendrán que vender acciones, no comprarlas. Y cuando hay mucha más gente comprando que vendiendo, el mercado se va a la baja. Significa que quienes tienen 45 años o menos, y cuentan con un plan de retiro que involucra el mercado de valores, están en problemas.

Mucha gente se siente a salvo porque cree que el mercado se recuperará, pero esto no va a suceder, al contrario, continuará cayendo, especialmente cuando los baby boomers se retiren en masa entre los años 2012 y 2016. La idea de una jubilación cómoda se está transformando en un mito para jóvenes y viejos. Nuevamente, la historia devela el futuro.

La historia antigua cobra vida


Hay algo más que quisiera mencionar sobre la historia: los padres fundadores se oponían a los bancos centrales como la reserva federal. El mismo presidente George Washington resultó afectado por la terrible experiencia del dinero fabricado por el gobierno; sucedió cuando tuvo que pagar a sus tropas con el continental, una divisa que finalmente recobró su valor original: cero. Thomas Jefferson se opuso rotundamente a la creación de un banco central, y sin embargo, hoy en día estas instituciones tienen el control del mundo financiero y, para colmo, les hemos otorgado el poder de resolver nuestra crisis financiera, la misma crisis que ellas provocaron.


¿La reserva federal funciona para ti?


Mucha gente hoy en día, rezonga, critica y se queja de los grandes bancos, de los políticos y de la crisis financiera. El 16 de abril de 2009 se llevaron a cabo, en 600 ciudades de Estados Unidos, las protestas públicas denominadas “Tea Parties”, para pronunciarse en contra de los rescates, los déficit y de impuestos más altos. Yo creo que todo fue una pérdida de tiempo, y como G. Edward Griffin escribió en su libro, The Creature from Jekyll Island, “El nombre del juego es rescate”. Es decir, lo que ahora presenciamos es el verdadero juego del sistema de reserva federal. Este sistema se diseñó para permitir que los grandes bancos con influencia política pudieran ganar mucho dinero, fracasar y después ser rescatados por los contribuyentes. La reserva no funciona para ti, es para los ricos y los poderosos. Recuérdalo siempre que hagas planes para el futuro.


¿Se debería cerrar la “fed”?


Algunas personas quieren cerrar el sistema de reserva federal, pero mi pregunta es: “¿Con qué la reemplazarían?, ¿Cuánto caos provocaría? ¿Y cuánto tiempo tomaría?” En lugar de despotricar contra la reserva, tal vez deberías preguntarte: “¿cómo puedo beneficiarme con su existencia?” “¿Cómo puedo vencer la conspiración jugando su juego?” ¿Cómo puedo jugar bajo mis propias reglas?”


Si yo no me hubiera preparado para esta crisis, tal vez sería un baby boomer que envejece preocupado por un futuro incierto. Y lo peor es que tal vez dependería del gobierno, de la Seguridad Social y del Medicare, así como le pasó a mi padre pobre.


En la primera parte de este libro hablamos sobre historia, la forma en que ésta se repite en la actualidad y cómo usarla en nuestra preparación para el futuro.


La segunda parte comienza con el Capítulo 6, un comentario sobre la economía del presente, y con la pregunta: “¿Se está recuperando la economía?”


A partir del Capítulo 7 el libro se enfocará en cómo me preparé yo para el futuro y cómo puedes hacerlo tú también. Lo explicaré con sencillez, tal como lo prometí, porque quiero que aprendas a vencer a la conspiración jugando bajo sus propios términos.


Nota de Robert: ¿qué acciones estás llevando a cabo activamente para vencer la conspiración en sus propios términos? ¿Y para minimizar los efectos de la fed en tu situación financiera personal?


Piensa como un campeón – Hacia delante... Hace poco escribí el prefacio para un nuevo libro de Donald Trump, Think Like a Champion, y pensé en compartir parte de ese texto contigo ahora que el libro ya está disponible en Amazon... Ve el libro...


Una de las ventajas de trabajar con Donald es que lo puedo ver en acción en la vida real. He podido conocer, a través de los años, al verdadero Donald, y al ”Donald celebridad”. Así fue como descubrí que se trata de la misma persona y que, de hecho, su verdadero yo, es más grande que su yo célebre.


Al trabajar con él también he podido observar la forma en que piensa, después, ver cómo sus pensamientos se convierten en palabras y cómo sus pensamientos y palabras se convierten en acciones. En la mayoría de los casos, sus pensamientos, palabras y acciones, son un mismo suceso. Tal vez es por eso que es una persona directa y cruda. Es así porque sus pensamientos, palabras y acciones están integrados, son congruentes y operan como un solo suceso.


Muchos de nosotros hemos conocido a alguna persona que en realidad parece ser tres entidades distintas porque piensa una cosa, dice otra y, finalmente, no hace lo que dijo o pensó. Ocasionalmente he visto a este tipo de personas lograr el éxito, pero la división que existe entre sus pensamientos, sus palabras y sus acciones, ocasiona fuertes conflictos en su vida.

© 2010 Robert T. Kiyosaki. All rights reserved. No publication or use without the prior written permission.

Tomado de http://www.conspiracyoftherich.com/

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